Se agotan los adjetivos para la aventura que lanzaron los valientes de la comunidad de WordPress Sevilla. Hemos hablado de la primera WordCamp postpandemia, pero también podríamos habernos referido a ella como la única WordCamp en todo el mundo en 2021, la primera de Dos Hermanas, la que menos charlas tuvo, la que más ganas teníamos, la que más abrazos dimos y la que todos/as necesitábamos.
La WordCamp «rara», como se han cansado de definir Rafa Poveda y Nilo Vélez durante los 36 días que ha llevado su organización, como advertencia a todos los que iban a asistir de que lo que se iban a encontrar no era lo que en los últimos años definía una WordCamp. ¿O en realidad sí? Porque ¿qué es en realidad una WordCamp? ¿Es una sucesión de charlas o una reunión de personas con intereses comunes alrededor de WordPress donde reforzar los lazos personales y trabajar mejor en el crecimiento del software? A ver si al final no ha sido tan «rara» como decían…
Mis amigos de Raiola Networks, expertos en hosting para WordPress que aman las WordCamps tanto como yo, me pidieron que os contara lo que allí iba a pasar y si alguna vez me has leído por aquí, sabrás que mi análisis no suele ser nada técnico sino de un perfil más humano.

Y en ese sentido WordCamp Sevilla 2021 ha tenido todo lo que nos gusta a los enamorados de estos eventos: amigos, pasilleo, comida, bebida, risas, abrazos, noticias sobre otras WordCamps…
Fue una WordCamp sin camisetas, tazas, ni tote bags. Pero, a cambio, nos trajo gorros de WordPress blue beanie, uñas pintadas de azul y acreditaciones que parecían salidas de un juego de rol. Retos, juegos y sorpresas en cada pequeño detalle.
Para los que no sabían lo que era asistir a una WordCamp también hubo su dosis de aprender qué es la comunidad WordPress y cómo se organiza. La charla de arranque a cargo del líder de la organización, Rafa Poveda, fue un maravilloso recorrido por más de 15 años de comunidad en español. Desde las primeras experiencias en Sevilla hasta la última en Málaga, cuando alguien pulsó el botón de standby.
Fue emocionante ver las caras, mucho más jóvenes pero también menos sabias, de José Conti, Javier Esteban o Fernando Tellado en aquellos años en que todo estaba por hacer. E impresiona y admira que precisamente los tres sigan ahí trabajando y compartiendo. Merecido homenaje a tres fenómenos.
Miguel Angel Terrón y Nilo Velez nos detallaron su curriculum vital para ver cómo WordPress se fue cruzando en sus vidas hasta convertirlos en compañeros de trabajo y buenos amigos. Un gran ejemplo de cómo haciendo cosas, pasan cosas buenas y se pueden unir los puntos al mirar atrás.

Hubo turno para algunas de las iniciativas durante la pandemia. El cafelito WordPress, con Teresa Sáez y Vicent Sanchis, la mowomoCamp con Roberto Miralles, Mercedes Romero y Victor Saenz, la WordCamp Galicia, con Jose Luis Losada y Wajari Velásquez y las WordCamp España Online con el figura de Adrián Cobo y my self. Todos contamos nuestras historias y aprendizajes, tratando de inspirar a los demás para lanzar sus proyectos y aportar pasión a la comunidad.
Te dejo por aquí la frase que usé en nuestro turno y que creo que resumen bastante bien lo que intentamos explicar:
Hay tres tipos de personas en el mundo: los que hacen que las cosas ocurran, los que ven cómo ocurren las cosas y los que se preguntan qué ocurrió.
Nicholas Murray Butler
Y se acabaron las charlas con un 3×1 con Rocio Valdivia, Luis Herranz y Héctor Prieto para hablar de lo que se nos viene encima, a nivel de comunidad y a nivel de Full Site Editing.
A partir de aquí se rompieron los moldes y hubo mucho networking, risas, dinámicas para conocer a gente nueva, comida rica y una lluvia de regalos con la que nos reímos muchísimo. Yo mismo me llevé un Echo Dot. Lo mismo te tocaba un micrófono, que un bote de salsa picante, un viaje o un jamón (todavía hay reclamaciones en curso en el tribunal de La Haya). Muy loco todo.
Para cerrar la fiesta incluso hubo un concierto en vivo. Todo en la misma sede, cómodo, rápido y eficaz.
Y cuando parecía que la cosa ya no podía mejorar, el domingo, en una jornada de la que no sabíamos nada, arranca con una ruta turística… ¡en un autobús descapotable para nosotros solos! Recorrido por Sevilla disfrutando de las vistas y de las anécdotas de nuestras guías Verónica Couso y Fátima Rincón (maravillosas las dos) que no pararon de contarnos historias divertidas incluso cuando pasamos a la fase de gymkana, pateando el centro histórico de la ciudad.
¿Y sabes qué? Que lo más importante de todo fue la «comunión» entre los asistentes. Ver a los amigos de siempre: a Jaime, Fer, Patri, Teresa, Vicent, Mariano, Ana, Ángel, Carlos, Moncho, Danis, David, Diego, Fran, Ibon, Jesús, Jose Luis, Luis, Mat, Moi, Natalia, Piccia, Santi, Sonia, Wajari y muchos más que ahora se me escaparán en esta resaca emocional. O conocer por fin a Pau, Carla, Tony, Abel, Alfonso, Eva, Luca, Marga, Iván, Gustavo, Chari, Luis, Hector, Juanma o Margarita, entre otros.
Sevilla lo ha vuelto a hacer; se ha reinventado para regalarnos la WordCamp que no sé si ellos querían, pero que nosotros sí necesitábamos. Así que solo podemos darles las gracias.

Por la parte más personal, gracias también a todos los que me echasteis un cable para traerme al aeropuerto, acercarme al hotel o hacerme la vida un poco más fácil. A los que os animasteis a darme un abrazo sin conocerme para presentaros y a los que cada vez apretáis un poco más fuerte que en la WordCamp anterior, porque no sabéis el cariño y aprecio que os tengo.
Lo dije un par de semanas antes: «esta WordCamp Sevilla va a ser algo histórico, nos acordaremos para siempre de ella por muchos motivos». Y eso que aun no sabíamos lo que se nos venía encima… Grandes, sevillanos/as, sois muy grandes. Os aseguro que yo no lo olvidaré.
Viva la WordCamp Sevilla y hasta el año que viene.
Los pelos como escarpias me has puesto, Pablo.
Ha sido emocionante desde la concepción hasta el cierre, efectivamente el equipo de Sevilla es increíble y una pasada cómo te acogen a su lado y saben sacar lo mejor de cada uno.
Gracias por haber sido parte de esto 🙂
Gracias a ti por estar en el ajo, Mat. Habeis hecho un trabajo brillante donde se notaba muchísimo el cariño que le habéis puesto. Besazo.
Maravillosa tu crónica Pablo! Hoy le contaba a mis hij@s que en muchos momentos me sentí una jovenzuela difrutando de los mejores momentos de mi vida. Gracias equipazo WPSevilla por hacer este sueño una bella realidad.
Ese efecto rejuvenecedor creo que nos afecta a todos, amiga. Un beso fuerte y gracias por todo.
Habitualmente me paso una semana hablando de la WordCamp que haya sido, pero esta vez me van a aguantar un mes entero. Como te dije al despedirme, ¡¡ha estado que te cagas!! Muchas felicidades a los organizadores y voluntarios y gracias a todos por conseguirlo.
Jajajaja no me extraña, Natalia. Comparto contigo 100% la valoración 😀
Efectivamente, Pablo, pasarán muchos años y evocaremos esta WordCamp como la primera. Como si con ella hubiera empezado todo de nuevo … otra vez.
Ya os había puesto caras a muchos de los «extranjeros»; pero sólo busto, sólo «cara de pantalla». No es lo mismo.
Conoceros por fin ha sido un gustazo. Y ha tenido que pasarnos por lo alto una maldita pandemia para que esta nimiedad (o más bien grandeza) por fin ocurriera …
Nos vemos.
Gracias por tu comentario, Chari, me alegra muchísimo leerte por aquí. ¡Un besazo gordo!
Qué bonita reseña Pablo.
Tu charla y cita de Nicholas Murray Butler, me impactó profundamente.
Me hizo activar un botón en mi cabeza y preguntarme, ¿En qué grupo me encuentro? ¿Cómo puedo hacer para mejorar?
La verdad que el grupo de Sevilla nos regaló algo único, que nos hacía mucha falta.
Veo hacia adelante con mucha esperanza de las próximas WordCamps y el crecimiento del ecosistema WP gracias a estos esfuerzos, de tanta gente buena.
Un gran abrazo amigo, nos vemos en Irún y en Pontevedra 😉
Me alegro mucho, amigo. Ojalá tuviéramos muchos más Wajaris en el mundo. Yo tengo muy claro en qué grupo estás tú 😉 Un abrazo
Ha sido una WordCamp emocionante e inolvidable, como tan bien has explicado… de las que lo cambia todo. Espectacular crónica amigo!
Muchas gracias, Patri. Una de las mejores cosas de la WC ha sido poder compartirla contigo <3