El otro día, durante mis vacaciones en el pueblo, me sorprendía ver mi casa desde la distancia mientras paseaba. Verla en el conjunto que formaba con otras casas, a lo que llamamos barrio o, aun más grande, en el conjunto de todo el pueblo, cambiaba totalmente la imagen que yo mismo me hacía de ella en mi día a día.
A veces con nuestros proyectos web nos pasa un poco lo mismo.
Generalmente estamos tan metidos en el proceso de desarrollo, de diseño y especialmente en la mejora del rendimiento (que es de lo que va este post) que solo vemos lo que queda limitado por las paredes invisibles de nuestro sitio.