Como hemos visto en anteriores posts seguir las pautas de accesibilidad ofrece ventajas no solamente de cara a personas con dificultades sino también a las que no las tienen.
La redacción de contenidos afecta a las personas con discapacidad de igual modo que a las no discapacitadas pero acentuando aun más sus dificultades.
Este post que estás leyendo termina en esta linea con una reflexión que creo que es clave, pero que requiere un camino previo. Vamos allá 😉
En el ámbito de la redacción de contenidos existen una serie de recomendaciones destinadas a mejorar la comprensión de los textos por parte de personas con diferentes discapacidades. Debemos tener muy presente que seguir estas recomendaciones también beneficia a los usuarios que no las sufren, aumentando la comprensibilidad del texto.
Redactar textos accesibles es, sin duda, la mejor manera de asegurarnos que la mayor cantidad de usuarios posibles consumirán nuestros contenidos de la forma adecuada.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta en base a cada tipo de discapacidad son:
Discapacidades cognitivas
- Textos bien estructurados, que presentan solo una idea por párrafo, con frases no excesivamente largas y hacen uso de un lenguaje sencillo.
En general los textos deben estar alineados a la izquierda y no justificados.
Discapacidades motoras
- Evitar el scroll, los botones o enlaces demasiado pequeños y en movimiento que pueden dificultar la navegación a personas con movilidad reducida para las que es difícil desplazar el puntero del ratón con precisión o interactuar con dispositivo táctil.
Discapacidades visuales
- El texto debe tener una tamaño de letra apropiado, recomendándose 14pt y una fuente sin serifa que sea perfectamente legible. No se recomienda el usa de decoraciones en el texto como subrayados y tachados que no son interpretados por los lectores de pantalla.
- Hay que destacar la importancia de un buen contraste entre texto y fondo que facilite la lectura. Es frecuente encontrarnos hoy en día con sitios donde este detalle no se tiene en suficiente consideración y dificulta la legibilidad incluso de personas no discapacitadas visualmente.
- Los márgenes y espacios en blanco alrededor del texto y separando los párrafos ayudan a que el lector se fije en el texto, ofreciendo un diseño más limpio.
- En los encabezados utilizar estilos en lugar de formatos de texto para permitir la navegación mediante la lista de encabezados que generan los lectores de pantalla.
- Para los enlaces es necesario emplear textos y que además sean descriptivos.
- Si los textos se acompañan de imágenes, tablas o formularios estos deberán estar correctamente etiquetados para que el lector de pantalla pueda describirlas correctamente.
Ahora que hemos visto qué aspectos podemos tener en cuenta en la construcción de nuestro mensaje para facilitar su comprensión tanto por el usuario convencional como por el usuario con determinadas limitaciones, fijémonos en cómo muchas veces esas limitaciones no se definen por nuestro cuerpo, sino por nuestro contexto.
Por ejemplo, un usuario en movilidad que se encuentra navegando con un smartphone, puede sufrir de limitaciones muy similares a un usuario discapacitado en un pc de escritorio:
- Discapacidad visual por la pequeña pantalla del teléfono (cada vez menos, si)
- Discapacidad cognitiva por la cantidad de estímulos externos que pueden distraerle de la lectura.
- Discapacidad motora por las limitaciones físicas de usar los dedos como puntero.
Como vemos, tener en cuenta estos aspectos ayudan a crear contenidos mejores y más accesibles para todos, nuestras webs serán mucho más cómodas para cualquiera y realizarán mejor su tarea.
1 comentario en «Accesibilidad como estrategia cara a la movilidad»